En un intento de escribir unos apuntes “sintetizados” sobre la escala/modo dórico para mi alumnado de Canto Moderno de la UNED de Tui, me ha salido un artículo raro, que es todo menos sintético y que más bien parece la narración de un viaje fantástico por el espacio/tiempo con apariencia de monográfico.
En este “artículo” os presento los orígenes de los modos antiguos y su mágico viaje por el tiempo hasta la música del siglo XX. Pero, antes de comenzar la lectura, os ruego que tengáis tres cuestiones en cuenta:
- En realidad, la historia de los antiguos modos griego/medievales es mucho más extensa y compleja que lo que podréis aprender en este artículo y yo misma tengo mucho que aprender todavía al respecto. Así que, si queréis profundizar en este apasionante tema, tenéis que seguir buscando información en autonomía.
- No olvidéis que, en esta historia que os narro, hay mucho de personal en la manera de relacionar unos eventos con otros. Por lo tanto recordad que aquí encontraréis, a partes iguales, algo de verdad “histórica” pero también algo/mucho de mis “tesis creativas”. Especialmente, me gusta mezclar y equiparar “ajos con cebollas” ergo: clásico con culto, moderno con popular, blanco con negro etc. Esto me parece muy buen ejercicio para no caer en la rigidez ideológica y para no aburrirme, así que no os toméis al pie de la letra todo lo que digo por favor...
- Respecto a las “tesis creativas” os confieso que adolezco (o disfruto) de un tipo de pensamiento “arborescente” que me lleva a encontrar siempre nuevas ramas que investigar y nuevas conexiones entre los hechos/ideas. Estas incursiones las escribo en negrita y las podéis saltar sin problema para la comprensión del tronco del texto.
- Por último, considerad que estoy escribiendo en un blog dirigido a personas muy diversas cuyo grado de dominio de la teoría musical es variable. Puede que para algunas personas el texto se vuelva demasiado técnico en algún párrafo. Yo os aconsejo que, si este es vuestro caso, continuéis leyendo para poder “pillar” la esencia de la historia.
Y ahora, sin más preámbulos cuento la historia:
ORÍGENES Y REINADO DE LA ESCALA DÓRICA:
Dicho de manera muy, pero que muy, sencilla y sucinta, el Modo o escala Dórica proviene de los antiguos modos griegos, los cuales, fusionados con la música y las liturgias hebreas (recordemos que Cristo era hebreo), pasaron, a través del cristianismo, a los modos litúrgicos de la música cantada medieval. Los modos eran verdaderos “sistemas” simbólicos de composición y de organización de la música y no profundizaré aquí en su complejidad.
LA FAMILIA REAL: EL MODO DÓRICO Y SUS PARIENTES:
También de manera muy simple, se puede decir que hay 7 modos principales: Jónico, Dórico, Frigio, Lidio, Mixiolidio, Eólico y Locrio. Cada uno de los modos es diatónico (formado por 5 tonos y dos semitonos) y comparten estos 7 tonos entre ellos, aunque en cada Modo están organizados en distinto orden. Cada Modo se construye a partir de uno de los grados de la escala mayor. El modo Jónico parte del grado 1 (escala mayor), el modo Dórico se corresponde al grado 2, el Frigio al grado 3, el Lidio al 4, el Mixolidio al 5, el Eólico (menor natural) al 6 y el Locrio al 7.
EL PERFIL DE ADN DE LA ESCALA DÓRICA:
- Se forma a partir del segundo grado de una escala mayor (en un teclado la encontramos facilmente de RE a RE)
- Se estructura así:
23 4 5 67 8 (1)
Observad que el semitono está situado entre los grados 2 y 3 y también entre los grados 6 y 7. Del grado 7 al uno hay un tono por lo tanto no tenemos sensible. En cambio tenemos una 6ª Mayor que es la que le da el carácter “diferente” a este modo.
Para saber más aquí Berstein explica muchísimo mejor que yo el modo dórico. Más o menos en el minuto 7 y más concretamente en el minuto 13.
LOS MODOS “A LA GUILLOTINA”, PODER AL CHISPÚN “RACIONALISTA”.
A partir del estilo Barroco (más o menos), la música Occidental se fue inclinando hacia sólo dos modos: Jónico o Mayor y Eólico o Menor natural.
Esta fijación se asentó con mucha más fuerza en el estilo Clásico, momento en que los Modos desaparecieron de la música culta, profana y religiosa. Se mantuvieron sólo dos de ellos, el Mayor y el Menor, este último derivando en Menor Armónico y Menor Melódico para poder disponer de un semitono o nota sensible que resolviese al primer grado.
Esta resolución de la tensión armónica (dominante) o melódica (sensible) en la tónica no es más que el famoso “chispún” que caracteriza a la composición tonal. La música tonal es básicamente discursiva, en forma de composiciones que, melódica y armónicamente, van “armando” progresiones que desembocan con una tensión que necesita una resolución. Se trata de una música muy bien estructurada armónica y lógicamente, que juega con los contrarios (tensión/resolución) y que encaja perfectamente con la corriente filosófica del Racionalismo.
Hablando de Progresiones armónicas, me parece muy notable que, con el pensamiento Racionalista, también se fué instalando el MITO DEL “PROGRESO” que junto con las “progresiones” de la música tonal, se mantiene hasta nuestros días. Excusadme esta pequeña “incursión” por la rama “controvertida” de la filosofía Postmodernista, vuelvo a la rama principal.
No obstante, los Modos siguieron vivos en las músicas folclóricas, las cuales de “racionalismo”, “notación” y “alfabeto” sabían bien poco por aquella época. Se conservaron también en los cantos eclesiásticos, especialmente en los monasterios, que eran espacios tradicionalmente “cerrados e inmutables” a un mundo/tiempo externo, material y cambiante. Los Modos, o algo parecido a ellos, también se mantuvieron y se mantienen en las improvisaciones infantiles que casi siempre son de estilo modal (no tonal) y de ambiente menor, parecidas a “salmodias”. GLOVER, J. (2004 ).
Con este tema de la improvisación infantil y la salmodia, tenemos material para pensar toda una vida sobre el cerebro humano, la relación entre música y habla, la cultura y el inconsciente colectivo... Lo que representa un eterno explorar por todas las ramas de un infinito árbol! Pero ahora, volvamos al tronco que, si no, nos perdemos.
MATERIAL MODE: EL RETORNO DE LOS MODOS PARA LA MODERNIDAD.
Esta manera de entender la música discursiva y tonal, comienza a fraguarse en el Barroco, encuentra su clímax en el clasicismo y comienza a debilitarse e, incluso, a ”deformarse” en el Romanticismo especialmente en el tardío, hasta que, a finales del S. XIX y principios de XX , los modos vuelven a la música culta (de la popular nunca se habían ido) de la mano de la voluntad de los compositores de romper con el “mecanismo perfecto” de la tensión y la resolución clásicas para salir al encuentro, no sólo de las “emociones” como habían hecho la música romántica, si no también de las sensaciones corporales.
Un fenómeno similar estaba sucediendo en todas las artes plásticas de la “modernidad” que empezaban a romper paulatinamente con la “figuración” y con la “Idea”, iniciando un largo camino de reencuentro con el cuerpo y la sensación de la mano de la filosofía materialista. Encontramos paralelismos de esta ruptura en todas las otras artes: la arquitectura, la danza, el teatro y la literatura.
No cabe extenderse aquí sobre el tema. Podéis leer algo también sobre el tema de la Modernidad, el cuerpo y la sensación en la Danza y la Música, en concreto sobre Gerda Alexander y Dalkroze en este otro artículo (para traducirlo al castellano)
MODAL IS THE NEW BLACK.
Más o menos por la misma época en que se fraguaba la “revolución de la modernidad” en la música culta europea a finales del XIX, que desembocará, finalmente, en la abstracción o atonalidad pura en el S. XX, en EEUU estaba sucediendo otra importantísima revolución: la fusión de la música de origen africano con la música europea. Esto sucedía en los estados esclavistas del Sur pero pronto la música afroamericana se extendió por todo el territorio de EEUU.
Esta fusión, que da origen al Blues/Gospel y, más tarde, al Swing, se convierte en un género tan exitoso que traspasa rápidamente sus fronteras generando influencias en otras músicas populares y cultas de Occidente. De hecho no se puede entender el Rock (blanco) sin comprender el Rythm&Blues y el Blues pero tampoco podemos ignorar la influencia del Jazz en compositores cultos como Igor Sravinsky, por ejemplo.
Pero, con el ocaso de las Big Band en la posguerra, aparece el estilo Bebop en los Clubs de Jazz neoyorquinos. Este movimiento está protagonizado por una serie de músicxs afroamericanxs en su mayoría, aunque también hay blancxs, que buscan renovar y modernizar el estilo del swing (que era bastante tonal) sin despegarse de su raíz afroamericana. Estxs jóvenes músicxs se preocupan mucho por la harmonía y eso los lleva a explorar también los modos incluso recreándolos en sus progresiones armónicas bastante elaboradas.
El fenómeno del Bebop, sucede, por un lado, por razones económicas que habían desembocado en el final de las Big Bands y en la creación de formaciones más pequeñas: los Combos. Pero, existe otro motivo, a mi parecer el principal, que es que lxs músicxs afroamericanxs empiezan a poder acceder a una formación musical académica antes vetada. Además está naciendo la clase media afroamericana, la cual, tras abrazar con entusiasmo la cultura y la formación, se siente orgullosa de su conquista y quiere hacer “alarde” de ello , demostrando su virtuosismo e intelectualidad.
Aunque lxs jazzistxs del Bebop no llegan a romper de todo con la tonalidad buscan disonancias y sonoridades nuevas para las que las escalas modales resultan decisivas. La escala Dórica, en concreto, a menudo sustituye a la Menor (Armónica/Melódica) y la utilizan mucho para improvisar sobre los acordes menores, sobre todo en el subdominante (secundario o no) del segundo grado.
El Bebop crea un tipo de Jazz que se aleja bastante de su función anterior que era el baile y el entretenimiento (el Swing) y, de hecho, tiene una estructura mucho más libre y compleja rítmicamente. Con el bebop, el Jazz, sin desligarse nunca de su raíz africana y sureña, comenzará su recorrido diferenciado de la música pop y de baile afroamericana de la que hablaré más tarde.
El Bebop, para mi, marca la entrada definitiva del jazz a las músicas consideradas “cultas”. Se trata de una música más individualista, virtuosa, de gran complejidad armónica y rítmica y resulta por momentos “explosiva”. Una música que nace para sí misma y no para “divertir” a las personas blancas poderosas. Su “público objetivo” eran personas “sentadas” e intelectuales, preferentemente neoyorkinas, modernas, rebeldes, no racistas, blancas y negras (ojo a la “Generación Beat”).
Es evidente que, en un entorno tan “moderno” y “contracultural”, la “vieja” música tonal no resulta de gran interés. Pero no sucede así con la raiz africana del Jazz, que se mantiene en el bebop. Los ritmos sincopados y el Blues, con su Blue Note y su origen africano y “no temperado”, son extraños a a la vieja tradición tonal europea. Por ello seguirán vivos y coleando libremente en el Bebop en nadando en perfecta convivencia con los Modos en una pecera armónica de gran complejidad.
Para mí este movimiento está muy relacionado con la adquisición de derechos del pueblo afroamericano y, sobre todo, con la gradual construcción del “black pride”: lxs músicos afroamericanxs pretenden ponerse a la altura de lxs músicxs blancxs y ya no quieren, ni simbólica ni literalmente, entrar en los clubs por la “puerta de atrás”, como sucedía en el pasado.
Quiero haceros notar que un fenómeno muy similar sucedía, más de dos siglos antes, con la irrupción en la sociedad de la nueva clase pequeño burguesa en Europa, estrechamente ligada al movimiento artístico del Romanticismo, antesala de las Vanguardias de la Modernidad. La pequeña burguesía romántica cambió muchos parámetros en la composición, producción y consumo musicales. Y, si nos paramos a comparar algunas características rompedoras de la música Romántica y el Bebop, podemos observar muchos paralelismos; por ejemplo: el individualismo, el virtuosismo, la complejidad rítmica y armónica y el carácter explosivo.
Como he vuelto a caer en la “arborescencia”... regreso rauda al tema de los modos:
MODE DANCE.
Mientras el Jazz se sentaba en una silla, y ahí sigue sentado hasta ahora (a excepción del Latin Jazz y sus movilizadoras “descargas”), el resto de la juventud Occidental, blanca y negra, seguía bailando, aunque lo que se bailaba ya no fuese Swing si no Rock/Pop/Funky... (la famosa música Moderna que enseño en Maga de Voz).
Por un lado, el Rock/Pop blanco se había fusionado con los estilos afroamericanos Blues, Rythm&blues y Rock&Roll. Además, también incorporaba los Modos a sus composiciones, ya sea por la formación académica de los músicos, que por el simple hecho de que los modos NUNCA habían desaparecido de la música popular.
También llegan los Modos a la música de baile afroamericana, que había proseguido su recorrido más allá del swing con géneros como el Soul o el R&B que hunden sus raices en el Gospel y el Blues. Especialmente, la presencia de los modos en todos los estilos derivados del Funky es muy evidente.
Algunos ejemplos del Modo Dórico en la música moderna popular son:
“O Son do Ar” LUAR NA LUBRE. Aunque se trate de un grupo Folk esta canción NO es tradicional gallega. Los modos más usados en la MT gallega son el Eólico y el Frigio.
“Who sall we do with the drunken sailor” (ejemplo de una canción folk que conserva esa escala)
“Oye como va” SANTANA
“Scarborough Fair” SIMON&GARFUNKEL
“Eleanor Rigby” BEATLES
“Moondance” VAN MORRIS
“I feel the earth move” CAROLE KING
“Luce” ELISA
FIN DEL VIAJE.
El viaje de la música me parece maravilloso! Encuentro sorprendente la manera en que los Modos antiguos griegos se vuelven “modernos” con el paso de los años. Para mí la historia es siempre fascinante porque, aunque la analicemos y clasifiquemos por épocas y estilos que luego situamos en compartimentos estancos, en realidad la historia viene y va y los estilos y maneras de vivir se sedimentan y solapan de manera muy fluída y azarosa. Al fin y al cabo, la historia la escriben las personas y son ellas (nosotres) junto a un sinfín de casualidades las que mueven esa rueda.
Como siempre os dedico una canción al final del artículo. Esta vez serán dos: La primera es “La storia siamo noi” un tema de Francesco De Gregori, un cantautor italiano. Os la dedico a todes les valientes que habéis llegado hasta el final de este artículo y se la dedico también a la música que vuela libre por los cielos del mundo. La otra canción que os comparto es Moondance de van Morrison para que disfrutéis del modo Dórico sin pensar demasiado...
¡Que tengáis un buen día!